Pescaíto & chips

Londres visto por una española a la que le encantaría ser inglesa, pero luego no le sale porque nació en el Mediterráneo

«Me voy a Londres»

Esta es una frase que se dice mucho cuando:

A) Te ha dejado tu novio.

B) Te han despedido del trabajo.

C) No sabes qué hacer con tu vida.

D) Necesitas un cambio radical.

E) Huyes de algo o de alguien.

F) Una combinación o suma de las 5 anteriores.

Supongo que influye mucho el hecho de que queda cerca de España. Son solo 2 horitas de avión. Y además es una ruta preciosa, sobrevolando el mar. (Vamos a ignorar las 2 o 3 horas previas que se tarda en llegar al aeropuerto y embarcar, y sobre todo las 3 o 4 posteriores que lleva atravesar el control de inmigración, coger un autobús desde Luton o Stansted, llegar a Londres, coger el metro y soltar las maletas).

Y también influye el que todos, incluso sin haber estado allí, sabemos que Londres es una ciudad libre, cosmopolita, desinhibida, donde uno puede hacer lo que le da la gana y sentirse muy moderno. Al fin y al cabo, era la ciudad donde las mujeres abortaban y se ponían minifalda cuando aquí todavía se llevaba el luto y las señoras no podían abrir una cuenta bancaria sin permiso del marido/padre/tutor.

Mi amiga I. tiene una teoría más poética, y es que Londres es el sitio al que la gente va a sanar el corazón. Porque resulta que nuestro planeta tiene 7 chakras (o más, pero 7 que yo sepa) igual que el cuerpo humano, y el del corazón está ubicado en Inglaterra. Concretamente, en Glastonbury. Pero como ese pueblo es muy pequeño y muy aburrido, la gente se va a Londres.

En fin, será una mezcla de todo eso y más. El caso es que somos muchos los que alguna vez hemos dicho eso de «Me voy a Londres». Y a juzgar por la mezcla de razas, colores y nacionalidades que se ve por allí, es un fenómeno que se da en todos los países. Yo también lo dije, en verano de 2010, y allá que me fui. Dos años después, empiezo este blog dedicado a rememorar, comentar y compartir mis impresiones sobre la vida en esa ciudad maravillosa, caótica, excéntrica y sorprendente (para bien y para mal).

Os doy la bienvenida a todos los lectores y os invito a participar, comentar y sugerir todo lo que os plazca.

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7 pensamientos en “«Me voy a Londres»

  1. Espero que Londres te dé alegría, fuerza y libertad. Un fuerte abrazo.

  2. Laura Sánchez Vélez en dijo:

    Yo suelo decir «Me voy a Creta» y ahora mismo estoy en el momento del punto F), así que Londres también me viene bien. Estaré atenta a tus experiencias londinenses.

  3. Pues yo me fui a Buenos Aires, que no es lo mismo, pero sí que te entiendo el porqué. Me acomodo y te sigo en esta aventura, que parece contada por una Antoñita la Fantástica crecida e independiente. No me lo pierdo. MUAC!

  4. Yo decía, siempre nos quedará París! Soy Lorraine por cierto!

  5. Londres une!!

    Te encuentras tú y encuentras a las personas que son como tú.
    Es la ciudad del cambio, de encontrar tu fuerza interior,el descubrirte a ti misma, las amistades que son para toda la vida, el aprendizaje, la libertad y, mucho más…

  6. Silvia C en dijo:

    Ah, no, yo me iría a sanar el corazón a Paris donde hay más luz y los hombres son más románticos! Pero puedo entender la fascinación por Inglaterra. La primera impresión que tuve de Londres hace añales, fue de un Estados Unidos pero más gastado, menos neónico y donde la gente si se atreve a opinar. Mis cosas favoritas de ese recuerdo: los taxis Roll Royce y los oradores de Hyde Park. Y me encanta el tono ligero y alegre de tu escrito.

  7. ¡Mil gracias a todas por los comentarios! Espero veros a menudo por aquí. Ya sabéis que siempre habrá un té con pastas para vosotras. O unas pintas.

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